Soy la palabra que no espera
el ruido que hace hablar a tu silencio
el nudo de la cinta de tu pelo
la mirada que quiere subir a tu marea

El canto de esperanza en el asfalto
los dedos torpes que sueñan con tu espalda
las amarras de un barco encallado
el asesino sin culpa ni redada

Desde mi ventana

Desde mi ventana

martes, 10 de marzo de 2009

Tambaleando

Estaba buscando un destino, una palabra,
una mirada, un trazo de tinta que marque mi camino,
una mano que guíe mis pasos, una mueca de viejos retazos.

Esperando el tren en viejos andenes que nunca pisaste,
hallando siluetas y huellas de marcas que no existen,
doblando mi boleto en cuatro hacia ninguna parte,
pidiendo a la lluvia que me regale un acertijo.

Retrocediendo en los caminos sinuosos,
maldiciendo las promesas que cumplí,
las palabras que pasaron a mi boca con exceso de esperanza,
las manos que tocan, que no palpan, que no sienten, que no dicen nada.

Provocando el momento donde nada pasa, donde el tiempo se detiene,
cuando la caricia falta y no hay aire que nos llene, quizás forzando
a tu paciencia a que me espere, quizás con más pendientes que certezas,
con más dudas que esperanza, con más indiferencia que nostalgia.

Mirando para adentro, buscando más respuestas que preguntas,
dibujando retazos de versos, de miradas que no miran,
de canciones que nunca escribí, de promesas que no cumplí.

Arrodillado en el umbral, pidiendo perdón y buscando excusas,
que nunca serán más que eso, recuerdo de besos que nunca dí,
que no recuerdo, que no revivo ni presiento siquiera en una mueca,
retrasando el día en que el cartero, por última vez, me golpée la puerta.

No hay comentarios: