Quizás entre nubes la trajo el viento
sin saber que se llevaba un amor
dos plantas a regar y un girasol
que me adornó desde tan lejos
La vi sola llorando en el umbral
con las manitos rozándose la cara
algún demonio le arruinó la mañana
y empañó uno a uno sus ojos de cristal
No alcancé a más que ofrecer una mano
de esas que invitan a ser bienvenido
no di más que un pañuelo de palabras gastado
no di más que la gracia de lejano amigo
Sonrió entre sollozos y creo que era otoño
se levantó el sol entre esas nubes
observo y me dijo que el sol brilla
que el aroma del aire era de frutilla
Sonreí tranquilo y con certeza inapelable
al ver caer la humedad de su mejilla
con apenas dieciseis primaveras
semillas de un cariño inexplicable
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