Soy la palabra que no espera
el ruido que hace hablar a tu silencio
el nudo de la cinta de tu pelo
la mirada que quiere subir a tu marea

El canto de esperanza en el asfalto
los dedos torpes que sueñan con tu espalda
las amarras de un barco encallado
el asesino sin culpa ni redada

Desde mi ventana

Desde mi ventana

sábado, 6 de febrero de 2010

Bitácoras incompletas






No me preguntes cuánto falta:

nunca me importó llegar.

Nunca hice las maletas

todavía no aprendí a caminar.


Queda tanto por viajar, sube,

que quizás no haya otro tren

para guardar las sorpresas que te tengo

como un querube esperando volar


Tenías más sonrisas que las que podía contar,

te faltaban varios sueños para poder ir a jugar.

Nunca te dije que espiaba detrás de la alcoba

ni que tenías más tiempo que ropa.


Te guardo más caricias que las lunas que te habitan,

¿dónde se irán las manos cuando baje la marea?

Cuida estas bitácoras incompletas

que no le hacen falta escaleras a este capitán

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