Soy la palabra que no espera
el ruido que hace hablar a tu silencio
el nudo de la cinta de tu pelo
la mirada que quiere subir a tu marea

El canto de esperanza en el asfalto
los dedos torpes que sueñan con tu espalda
las amarras de un barco encallado
el asesino sin culpa ni redada

Desde mi ventana

Desde mi ventana

viernes, 2 de octubre de 2009

Silbando





Una calle en Barracas al Sud,
una noche de verano,
cuando el cielo es más azul
y más dulzón el canto del barco italiano...
Con su luz mortecina, un farol
en la sombra parpadea
y en el zaguán
está un galán
hablando con su amor...

Y, desde el fondo del Dock,
gimiendo un lánguido lamento,
el eco trae el acento
de un monótono acordeón,
y cruza el cielo el aullido
de algún perro vagabundo
y un reo meditabundo
va silbando una canción...

Una calle...Un farol...Ella y él...y, llegando sigilosa,
la sombra del hombre aquél
a quién lo traicionó una bella ingrata moza...
Un quejido y un grito mortal
y, brillando entre la sombra,
el relumbrón con que un facón
da su tajo fatal...

Y desde el fondo del Dock,
gimiendo un lánguido lamento,
el eco trae el acento
de un monótono acordeón...
Y al son que el fuelle rezonga
y en el eco se prolonga,
el alma de la milonga
va cantando su emoción.



Letra: José González Castillo
Música: Cátulo Castillo y Sebastián Piana




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