Soy la palabra que no espera
el ruido que hace hablar a tu silencio
el nudo de la cinta de tu pelo
la mirada que quiere subir a tu marea

El canto de esperanza en el asfalto
los dedos torpes que sueñan con tu espalda
las amarras de un barco encallado
el asesino sin culpa ni redada

Desde mi ventana

Desde mi ventana

jueves, 17 de septiembre de 2009

Semillas del corazón







Te irás con las estrellas, romperás el mundo en dos.

Vendrás con al tormenta por las noches sin amor.



Andarás pisando un sueño, sin los besos de un adiós.

El signo de la luna hace de cuna a la canción.



Hoy siento que es la vida que te regala un día

del corazón semillas para plantar tu herida.

Sin embargo sos un sol, sos la vida en una flor

sos un nuevo día libre que traes para los dos.


Correrás siempre a la puerta que golpea sin razón,

la campana del milagro en oración se convirtió.


Sos una semilla de este pobre corazón

que un día vio de cerca todo lo que desangró.


Hoy siento que es la vida que te regala un día

del corazón semillas para plantar tu herida.

Sin embargo sos un sol, sos la vida en una flor

sos un nuevo día libre que traes para los dos.






León Gieco

6 comentarios:

Smyle dijo...

No corras tras el viento, sé parte del viento.

Antu Gaia dijo...

¿Vos crees que cuando uno se enamora y está feliz escribe menos, tiene menos inspiración?

Zou87 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maria Tortosa dijo...

Marabillosa manera de describir lo que para mi es la resurección de un alma herida, convertida en semilla y al que al mismo tiempo ella misma, se da la vida...

Como siempre un saquito de admiración...

Vigo dijo...

Pues supongo que mi entrada será como otras muchas... pero no puedo evitar dejar constancia que es un bello blog y que pasé por aquí.
Bellos poemas. En lo que es cantar a una mujer evidentemente lo bordas, aunque me gustaría ver otros registros. Pero será otro año... y como naúfrago de Google igual vuelva.
Un saludo.
V.

El Lichi dijo...

Me encanta ese tema de León Gieco! Es bueno evocarlo... cada tanto... como un obsequio a los pasantes...
Un verdadero gusto!
Suerte!